jueves, 6 de diciembre de 2007

Educación virtual (medios digitales)

Presentación

Para el presente curso, nos pareció apropiado formular como rizoma el blog diseñado por el grupo 8a de Caracas, actualizado y con la incorporación de los nuevos trabajos utilizando el tema del curso N° 8 referido a los medios digitales.

Para nosotros ha sido una experiencia muy singular apropiarnos de las TICs en beneficio de la realización de nuestros trabajos.

El blog está estructurado con secciones para material escrito y presentaciones en las que se pueden tener acceso a otros materiales en la red o preparados especialmente por nosotros para la consulta.

El interés de los miembros del grupo 8a, es que este blog se convierta en un espacio para la discusión, el lenguajeo, el intercambio con los otros grupos del doctorado de Venezuela y con otros grupos del exterior. El mismo se irá nutriendo de los aportes de los grupos y personas con interés en los temas, a través de sus comentarios y reflexiones.

Si desea leer nuestras chifladuras relativas al curso Educación virtual (medios digitales), haga clic aquí.

Mediación pedagógica


Para leer este trabajo, haga clic aquí.

Pedagogía del aprendizaje


Para leer este trabajo, haga clic aquí.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Equidad de Género y Educación

Pedagogía desde el corazón


Humberto ALMEIDA
Rosanna CHACÍN
Carmen Teresa FLORES
Mariella URBANO

8 de junio de 2007

Los seres vivos, en cuanto organismos complejos, han desarrollado, con base en una contnua interacción con otros seres vivos, procesos cada vez más complejos que han implicado la adaptación, asimilación o cualquier otro proceso asociado a lo que hoy en día concebimos como aprendizaje. Todo ser vivo aprende y esto es un proceso intrínseco a la naturaleza del ser. Dicho de otro modo, el aprendizaje es inherente a todo ser vivo y está vinculado al proceso de cognición, también inherente a los seres vivos.

Promover el aprendizaje, requiere reencantar, seducir, complejizar y re-crear la educación, la escuela, la pedagogía y a los actores involucrados en este proceso. Para ello, es imperativo concebir la interacción maestro-aprendiente fundamentada en el amor, en el respeto y en la transformación en la convivencia, según expresa Maturana (2002).
En el rizoma del curso anterior (biopedagogía), expresamos la importancia de la relación que se requiere reconocer como premisa bajo la cual se organice y desarrolle el aprendizaje, sintetizada en los párrafos precedentes. De igual manera, establecimos una serie de declaraciones en relación a que queremos para la vida planetaria. Estos deseos y declaraciones se asocian con acciones; además, como las declaraciones son actos lingüísticos que transforman la realidad, los planteamientos expresados allí, se pueden convertir en acción transformadora.
Pedagogía para un mundo mejor...
Uno de los deseos expresados en las declaraciones anteriores, apuntaba hacia la construcción de un planeta sustentable fundamentado en los cambios de actitud en el sentir, pensar y actuar de las personas, mediante el intercambio de ideas, la expresión genuina de emociones y los conocimientos actualizados.
En esta declaración los puntos clave giran en torno al cambio de actitud de las personas y su impacto en la construcción de un planeta sustentable. Nuestro planeta a lo largo de su historia ha atravesado por oscilaciones, movimientos cíclicos o transformaciones de sistemas, como lo cita Riane Eisler en su libro el Cáliz y la Espada y allí se acota una expresión todavía más interesante e impresionante que se refiere a lo planteado por Prigogine y Stengers con relación a los “puntos de bifurcación”: el sistema puede elegir entre uno o más futuros posibles.
Por otra parte, Eisler (1987) se refiere en otro momento a los “atractores”, los que diferencia como atractores “puntuales” o “estáticos” (que gobiernan la dinámica de sistemas en equilibrio), como atractores “periódicos” (que rigen los movimientos cíclicos u oscilatorios) y como atractores “caóticos” o “extraños” (característicos de estados lejos del equilibrio). Los atractores caóticos a veces pueden, con relativa rapidez e imprevisibilidad, convertirse en los núcleos para la formación de todo un sistema nuevo. Esta autora también manifiesta que puede haber transformaciones más graduales o “sutiles” cuando los atractores puntuales pierden parte de su atracción y los atractores periódicos se vuelven progresivamente más atractivos.

Si relacionamos lo propuesto por Eisler con lo tratado en la película “El secreto”, vemos que la gran ley que mueve a la personas y a los hechos o acontecimientos de sus vidas, es la “ley de atracción”: cada persona atrae eventos positivos o negativos a su vida, en función de las creencias que sustentan sus pensamientos. En relación con esto, lo expresado por Prigogine y Stengers cobra importancia: podemos elegir entre una situación y otra. Con respecto a los atractores, estos se conectan con los procesos, y ello implica que podemos cambiar y transformar dichos procesos, en lugar de creer que ocurren como producto del destino o del azar, debido a eventos casuales.

En el libro El Cáliz y la Espada, encontramos otros elementos interesantes de relacionar con el tema que nos ocupa en este curso, el referido a la equidad y el género. Los periodos de alternancia histórica entre la androcracia, época de fuerza y represión, ha actuado como un atractor “caótico” y más tarde se convirtió en el bien asentado atractor “estático para la mayor parte de la civilización occidental. Sin embargo, a través de los períodos de inestabilidad social, el modelo gilánico ha seguido actuando como un atractor periódico mucho más débil pero persistente. Según la autora del libro precitado, lo androcrático está representado por las épocas de dominación y represión masculina (guerras) y su analogía se hace con la espada, objeto asociado al falo, a lo masculino; por su parte, lo femenino-gilánico, representado en los períodos de transformación social, surgimiento de la creatividad, etc., está asociado al cáliz (santo grial) dador de vida y sanador permanente de los males.

De este análisis surgen interrogantes como: ¿Podrán los seres humanos en algún momento alinearse para la estabilización de estos periodos de alternancia entre dominancia masculina o femenina?, Si los pensamientos son los responsables de atraer hechos o circunstancias a nuestras vidas, ¿ no podríamos atraer cosas agradables y placenteras para el resurgir de una nueva civilización manifestada a través del nosotros?...

En otra de las declaraciones expuestas en el rizoma anterior, los puntos clave estuvieron relacionados con la percepción de nuestro cuerpo, de nuestro pensamiento, de nuestras emociones y de nuestro proceso de envejecimiento, lo que implica concebir la vida como un aprendizaje permanente y placentero y no como un mero transcurrir la vida sin influir en su desarrollo y final.

Estos aspectos pueden asociarse a lo expuesto por Rose Marie Muraro en el libro Femenino y Masculino, en cuanto a que el ser humano es un ser extraño que antepone al cerebro arcaico animal, un cerebro nuevo. Mientras que el cerebro arcaico nos aproxima a las otras especies, por ser la sede de los impulsos, de los instintos, del placer, del dolor, el cerebro nuevo se constituye como la sede de la inteligencia, del lenguaje, y de todas las actividades específicamente humanas, con la tendencia a alejarnos de nuestros orígenes.

Utilizando los conceptos expuestos por Maturana y Varela sobre la inmunología cognitiva como una forma nueva de autoorganización, es factible transformar esta percepción; es decir ya este cerebro inteligente no tiene porque alejarnos de nuestros semejantes, de nuestra tierra, de nuestro planeta, sino que puede ser utilizado para crear una interconexión entre los seres humanos y lo que los rodea, fundiéndose en un todo de armonía y placer. Incluso la misma ambivalencia de la infancia, ese dualismo entre los instintos de vida y de muerte, a los que también se refiere Muraro (2004), no tienen que existir; ya esos deseos libres y desinhibidos del niño que antes realizaba a través de su imaginación, hoy pueden convertirse en realidades tangibles a través de sueños conscientes y de programaciones mentales, por medio del uso del lenguaje apropiado.

Encontrar elementos para una vida plena, en el placer, el gozo y la recreación, distancian el contacto con la muerte como amenaza para la vida y la desaparición física podrá convertirse en un proceso natural.
Otros puntos clave referidos en otra de las declaraciones estuvieron centrados alrededor de educar para la salud, la vitalidad, la vida plena agradable, para la inmortalidad.

El verdadero concepto de educar para la salud y para la vitalidad, guarda relación con el cambio de creencias, es una tarea cultural que nos corresponde a todos los seres humanos. Muchos de los problemas que confrontamos vinculados con la salud y la vitalidad, se basan en creencias acerca de las amenazas permanentes de enfermedades como vías definitivas hacia la muerte. Muraro (2004), expresa que el gran reto propuesto a la humanidad y a cada persona es de orden práctico. ¿Cómo pasar de las visiones a las acciones?

Estas acciones se corresponderían con la igualdad de los derechos entre géneros, con el derecho a la salud reproductiva, con el derecho a determinar el tamaño de la familia, lo que ayudaría a disminuir el crecimiento de la población y a reducir la presión sobre el medio ambiente.
La raza humana viene saqueando la Tierra de forma tal que pone en peligro su sostenibilidad. Dar a las mujeres mayor poder de decisión sobre su futuro, puede salvar al planeta de la autodestrucción es una de las declaraciones fundamentales de principios emitida por la UNESCO en el año 2001. Utilizar la visión femenina para las transformaciones sociales de las que hablaba Eisler y favorecer la migración de una sociedad dominadora a una solidaria, sólo puede ser hecho sobre la base del respeto a la equidad de género. La actuación conjunta, cooperativa, armónica y solidaria de los géneros establecería un nuevo orden estructural para la especie y para el planeta y eso podría manifestarse en más y mejor vida para todos.

Pedagogía desde el corazón… universal y libre
Una declaración expuesta en el rizoma anterior alude a una pedagogía universal centrada en el corazón y que esta nueva pedagogía permita orientar a las personas para la construcción de un mundo mejor.

Este deseo solo será posible si hoy regresamos o nos reencontramos con la sabiduría de nuestros ancestros, donde se reconocía un valor profundo a la mujer y a los adultos y adultas mayores; donde se valoraba todo lo creativo, espiritual e intuitivo que es donde reside la verdadera sabiduría del ser humano; donde se utilice la inteligencia racional como un apoyo a la búsqueda y construcción de la información, pero que esa información surja de las necesidades de cada ser, desde lo más ancestral que tenemos.

Si la ecoestima se construye desde el colectivo y para el colectivo, con el respeto a uno mismo, respeto de los valores universales y locales, respeto a las tradiciones que son, al fin, lo que mantiene la cultura de los pueblos, se trata, entonces, de valorar lo que tenemos y lo que el Universo nos ha privilegiado como seres y como país. No se trata de querer importar culturas y pensamientos que, aunque parecieran estar avanzados (1er. Mundo), podrían ser una descalificación a lo local y regional, a lo tradicional.

Resulta igualmente importante que la mujer y el hombre tengan la capacidad de discernir entre lo que da paz y felicidad y lo que la quita, a través de un convivir desde el amor, que implica la aceptación del otro desde lo que es, lo que tiene, lo que piensa y lo que siente. Donde haya un valor profundo a lo femenino, a lo intuitivo, a lo que surge sin que medie la razón y desde allí construir para que haya una liberación no sólo de la mujer, sino de la parte femenina del hombre, quien, por siglos también ha pasado por la dominación al hacérsele creer y construir un sistema de creencias de dominación.

Tampoco se trata de pelear o generar un conflicto de lo que es tuyo o mío (lo que es propio del hombre o de la mujer), estas son construcciones mentales, ya que en el Universo todo es de todos y todo nos pertenece. Un ejemplo maravilloso de esto es la naturaleza; no hay sexo, no hay territorios, todos consumen de lo que hay, todos crecen hasta donde tienen que crecer, todos nacen donde puedan verdaderamente tener lo necesario para poder crecer y dar lo que tengan que dar al mundo, en sana paz.
En todo ello, la pedagogía o la educación pueden dar mucho si se reflexiona sobre este esquema de dominación y se comienza a transformar buscando el respeto hacia la naturaleza, hacia el ambiente, hacia la vida… hacia el otro.

Otra declaración se refiere al desarrollo de las emociones, en un ámbito de aprendizaje con el permiso, la libertad y la calificación para mostrar las emociones auténticas. El emocionarse forma parte del ser y nuestras sociedades limitan ese emocionar. Incluso, desde el punto de vista cultural, hay emociones que están validadas para ser sentidas por los hombres y otras que no. De igual manera sucede con las mujeres, hay emociones que ellas pueden sentir y otras que no. Si nos vamos al enfoque humanista, que plantea que tenemos cuatro (4) emociones básicas (la alegría, la tristeza, el miedo y la rabia), los hombres “pueden” sentir sólo alegría y rabia, la tristeza no, “los hombres no lloran” y el miedo tampoco “¡ayyy gallina!, ¡cobarde!. Mira con quien contamos”.

Por su parte, las mujeres no “pueden” sentir ni alegría ni rabia: a las prostitutas se les llama las mujeres de la vida “alegre”; hacia finales del siglo XIX, las mujeres siempre llevaban sales consigo porque ante emociones fuertes solían desmayarse, más aún si se reían mucho, ya que la expresión de la alegría era sólo permitido a las prostitutas y ninguna mujer deseaba producir esa confusión. En cuanto a la rabia, una mujer que demostrara su rabia podía ser calificada como histérica y, en algunas partes del país, una mujer rabiosa o “arrecha” es porque “le falta macho”.
Todo ello es totalmente falso. Tanto los hombres como las mujeres pueden, fisiológicamente, sentir todas las emociones y experienciar los estados de ánimo que le están asociados.

La educación debe centrarse en apoyar al aprendiente a descubrir, experimentar y canalizar toda su emocionalidad para el bienestar y la paz interior del que vive la emoción y para su expresión positiva desde el punto de vista del colectivo.

“La emoción es una pureza; el sentimentalismo es un truco. (…) El sentimentalismo es la emoción creada, manipulada con astucia. La racionalidad es una cosa; la racionalización es una manipulación de la razón, del mismo modo que el sentimentalismo es una manipulación de la emoción. (…) Con la racionalización y el sentimentalismo es muy difícil, pero con la razón y la emoción no es tan arduo… aunque habrá dificultades, pero también compasión, un esfuerzo de entender al otro” (Osho, 2002, p.29).

La emoción es positiva, forma parte del ser, la razón también; ambas les pertenecen al hombre y a la mujer; ambas deben ser validadas y la escuela canalizar la expresión adecuada de la emoción y la razón para el bienestar de la persona y, en resonancia, para el bienestar colectivo, para la paz.
En Maturana y Bloch (1996) “En un mundo donde la gente no conoce los patrones de las emociones básicas, los sentimientos se apoyan en emociones mixtas, las que por definición son ambiguas” (p. 250). Si no trabajamos en validar el emocionar de los aprendientes y les negamos la posibilidad de expresarse y reconocer sus propias emociones para auto-re-conocerse como seres humanos pensantes y emocionales, van a sentir igual (este derecho no se puede negar), pero no va a existir la reflexión de ese sentir y se va a dispersar, confundir, malinterpretar y puede derivar en conflictos personales internos y ambivalentes (locura). Si por el contrario apoyamos a los aprendientes a conocer los patrones de las emociones básicas para evitar ambigüedades, estaremos apoyando la paz porque, “un cotidiano humano con sentimientos menos ambiguos, es un cotidiano emocional vivido con más calidad” (Maturana y Bloch, 1996, p. 250).

En otras de las declaraciones, planteamos la necesidad de trascender las actuales delimitaciones que, en nombre de la “escuela”, otorgábamos al proceso de aprendizaje: muros, horarios, maestros… Es así como planteamos nuestra creencia y consecuente compromiso en la coparticipación de la construcción de una pedagogía libre, que se acerque a la comprensión del aprendizaje como una actividad permanente e inherente a los seres vivos, sin restricciones de tiempo cronos ni dependiente de docentes “dadores de luz” en espacios territoriales restringidos.

La temática de este curso, nos ha permitido además darnos cuenta de que la escuela como estructura patriarcal, posee sus inicios en el afán de dominación-expansión del hombre desde su masculinidad exacerbada. La vinculación del surgimiento de estas “instituciones educativas” con la época de adoctrinamiento religioso, las ha marcado como instancias de dominación patriarcal desde y para una sociedad regida por los principios masculinos. Sus estructuras jerárquicas centradas en la obediencia y el miedo son reflejo de esto. El lenguaje generado en el desarrollo teórico de esta pedagogía patriarcal apegada a la escuela, también deja ver el énfasis en los principios masculinos: docente, alumno, normas, objetivos instruccionales, enseñanza, etc. Estas terminologías evidencian una constante necesidad de “control-dominación” absoluto del proceso.

No pretendemos satanizar los principios masculinos y sustituirlos por los femeninos, pues eso sería actuar y pensar desde el viejo paradigma: “si-no-es-esto-tiene que ser-aquello” (Eisler, 1987). Proponemos una construcción que surja como proceso natural de autoorganización en este punto crucial de caos social, en búsqueda del equilibrio de los principios que nos rigen (masculino-femenino), para dar paso a una pedagogía desde el corazón que favorezca la necesaria “mutación humana” que, como describen Muraro y Boff (2004) “no será solamente individual o colectiva, sino también planetaria” (pag. 13).

La pedagogía desde el corazón representa para nosotros, la comprensión (no control) del aprendizaje como proceso natural que se proyecta en espacios de libertad, solidaridad, cooperación y reconocimiento del otro como legítimo otro, libre de sentir, pensar, actuar y construir en interreciprocidad planetaria. Pedagogía en la que confluyen armoniosamente los principios femeninos de intuición, cooperación e integración y los principios masculinos de racionalización, abstracción y conocimiento.

La transformación educativa: ¿utopía o posibilidad?

Una de las declaraciones está asociada a los aspectos de transformación educativa dentro de las instituciones, siendo sus puntos claves el libre intercambio, la convivencia, la consensualidad, el aprendizaje permanente sin distinción de género, edad, credo, raza y estrato económico.

En Venezuela, la institución educativa, entendiendo con ello la escuela, el colegio, el liceo y la universidad, se han mantenido aparentemente relacionadas en lo que se denomina Sistema Educativo, pero la realidad es que en el seno de los organismos públicos responsables de su mantenimiento y constante evaluación y reformulación, se han estructurado diversas unidades al servicio de la supervisión del trabajo en estos “niveles y modalidades”. Con ello, se ha segmentado la intención integradora, fortalecido la escisión entre “clases educativas”, dividido el esfuerzo creador y generado la separación en cuanto al esfuerzo de la formación como un proceso de aprendizaje continuo y liberador.

Desde hace poco tiempo, en Venezuela se viene desarrollando e instrumentando el concepto de educación bolivariana que concibe el aprendizaje como un continuo propio del ser humano (Paredes, 2006). Este concepto se apoya en el nuevo paradigma al considerar que el ser humano, como ser vivo, aprende a lo largo de toda su vida y que en este proceso requiere de la utilización e integración de los saberes -convivir, saber, hacer-, con base en el desarrollo integral que conduzca a la formación de un Ser Social Solidario.

Este enfoque del hecho educativo como proceso permanente de aprendizaje o de aprendizaje permanente, toma en consideración las estrategias necesarias para promover el aprendizaje con base en las distintas edades por las que transita el ser humano desde su nacimiento, lo que reconoce y valida la relación cuerpo-mente-espíritu como elementos descriptivos de una realidad humana holista e integrada en el Ser.

Al considerar el hecho educativo como proceso permanente de aprendizaje, se requiere tomar en cuenta la integración de los saberes, como ya dijéramos, con miras al desarrollo de un ser social solidario. Esta denominación pretende ser integradora, holista y humanista; adicionalmente ocurre a lo largo de toda la vida promoviendo, en cada “momento de aprendizaje”, diversas experiencias correspondientes a cada fase del crecimiento y maduración del ser humano.


Gráfico 1
Ejes integrados del continuo humano



En el gráfico 1, se puede observar el camino hacia el desarrollo del convivir, del saber y del hacer, con miras a la creación de un Ser Social Solidario, y los momentos cronológicos en los que conviene tratar cada uno de estos saberes vinculados necesariamente al proceso de aprendizaje. Vemos, así, como el desarrollo del convivir se inicia en los primeros años de vida, donde se instala la legitimación de la afectividad entre cada integrante del “binomio” aprendiente-facilitador. En este punto se requiere aceptar la expresión emocional como parte del desarrollo y autoafirmación del ser y la comprensión incondicional de que cualquier expresión emocional conlleva inevitablemente al crecimiento emocional individual y colectivo.

Paralelamente al desarrollo de la afectividad, es necesario fomentar el desarrollo de los procesos racionales asociados el desarrollo de la inteligencia racional; las actividades que favorezcan el desarrollo de la cognición, entendida como proceso de aprehensión del conocimiento requieren ser fortalecidas, a su vez, por actividades de aprendizaje en un contexto lúdico, lo que comienza a sentar las bases para el desarrollo continuo del aprendizaje.

En este momento, es vital deslastrar el proceso educativo del tradicional “proceso de enseñanza” en el que el esfuerzo pedagógico está centrado en el docente; en este momento, se requiere que el proceso esté centrado en el aprendiente, mediante la generación de condiciones que faciliten el aprendizaje. Este es un reto interesante: ¿cómo concebir un espacio o ambiente de aprendizaje libre de las ataduras de la estructura curricular tradicional que prevé lapsos de tiempo para desarrollar contenidos específicos asociados a un perfil deseable de salida? Creemos que la respuesta está en una pedagogía que respete, integre y desarrolle las actividades en concordancia con las peculiaridades de la expresión sociocultural de las personas y que fomente la solidaridad y la cooperación como base del proceso de aprendizaje. En resumen, que surja de la utilización dinámica del principio femenino subyacente en maestros y maestras, en facilitadoras y facilitadores.

Un “segundo” momento de aprendizaje, para el desarrollo del convivir, el hacer y el saber, implica el fortalecimiento de la identidad, el desarrollo de la cognición y la utilización de las actividades manuales, todas ellas al servicio del desarrollo del niño. Es común escuchar el rechazo a la expresión afectiva de niñas o niños que fueron sus estudiantes hasta el tercer nivel de preescolar, por parte de algunas maestras y maestros, cuando estos niños y niñas se inician como estudiantes de esas mismas maestras y maestros, ahora a cargo del grupo de primer grado: “no me des besos ni abrazos que ya no eres un niño”.

En un “tercer” momento, conviene instrumentar la acción investigativa a fin de promover actividades que favorezcan el desarrollo endógeno y se pueda enriquecer la educación para el trabajo.

Por supuesto que se debe tener claro que ninguno de estos momentos está separado de los demás y que las actividades y procesos que se faciliten en estos momentos desmerecen o no permite la utilización de estrategias o acciones características de los otros momentos. ¿Cuántos egresados de “educación superior” desearían haber aprendido en un contexto educativo lleno de aceptación, de creación e innovación constante, de respeto a los tiempos y estilos de aprendizaje y a tantas otras cosas estimulantes y respetuosas del ser?, en lugar de haber estado expuestos a estructuras curriculares rígidas y sobre-exigentes centradas en el “magister dixit”.

Finalmente, la producción de conocimientos, propio de la edad adulta y con base en el desarrollo del pensamiento complejo, debe contribuir al desarrollo de nuestro paneta por medio del mejoramiento del trabajo para todas y todos como vía de expresión-aplicación-renovación continua del conocimiento y por medio de la aplicación innovadora de estrategias conducentes a la liberación del ser. ¡Qué paradoja que en las sociedades “avanzadas y modernas” se desprecie a las personas mayores de 45 años o a las adultas y adultos mayores de 60 años, por ser “viejos improductivos”!, pero ¡Qué alegría que en otras sociedades se aprecie y respete la experiencia y sabiduría de los más viejos!...El continuo humano necesita estar al servicio del desarrollo del Ser Social Solidario en cuanto ser humano integral e integrado al colectivo.

En otra de las declaraciones referidas en el rizoma anterior, se menciona la re-unión de los diferentes aspectos del proceso educativo, mediante la que podamos eliminar las fronteras que impiden el libre intercambio entre profesionales de diferentes disciplinas al haber creado escalafones entre lo técnico y lo profesional (carrera corta y carrera larga).

Como es evidente, esas divisiones artificiales generan malestar entre las personas que conviven en un mismo espacio de trabajo, afectando directa o indirectamente la productividad. La propuesta, sintetizada en el gráfico 2, es consolidar una pedagogía integrativa centrada en el aprendizaje y no en la enseñanza, sostenible y sustentable; autopoiética y autoorganizada; orgánica ya que forma parte de un sistema más amplio interrelacionado con otros sistemas y todos formando parte de un solo ecosistema; permanente, cooperativa, sistémica, integradora de saberes (convivir, hacer y conocer) que procure el desarrollo del Ser, promotora de la intuición (sabiduría), ecológica, inédita e interdependiente.

Gráfico 2
Aspectos de una Pedagogía integrativa


Es indudable que la visión de la educación bolivariana que se lleva a cabo en nuestro país y el desarrollo de los aspectos de una pedagogía integrativa, consideran a esta pedagogía centrada en el Amor, fundamentada en el respeto hacia el otro, generadora de posibilidades, estimuladora de los saberes y, por tanto, promotora de una cultura cooperativa y solidaria, tal como fueran las antiguas sociedades matrísticas. Estas propuestas de transformación educativa, con miras al desarrollo de un Ser Social Solidario, requieren de la expresión emocional genuina en un contexto de permisos y no de prohibiciones, de reconocimiento al logro y no de “críticas constructivas”, de una continua orientación al Bien-Estar y a la Felicidad de todas y todos y no hacia la destrucción y muerte; implica, en fin, un libre intercambio por medio de la inter-retro-reciprocidad -en palabras de Boff-, mediante la que todas las personas logren su realización junto al otro y con el otro.

Así como en otros tiempos se veneraba a la Diosa Madre, como portadora de sabiduría y mantenedora de la vida, hoy en día simbolizada por Gaia, la Madre Tierra, generadora y sustentadora de la vida, consideramos que en los tiempos actuales es imperativo salvarnos de una inminente autodestrucción mediante la incorporación del principio femenino contenido en mujeres y en hombres a todas las acciones y decisiones vinculadas al ámbito de la sustentabilidad y sostenibilidad del planeta y, por otra parte, promover la toma de conciencia de que el equilibrio dinámico forma parte inevitable de la permanente interacción y reciprocidad de mujeres y hombres...y que nadie “morirá en el intento”. Estamos convencidos de que una nueva conciencia con base en la erotización de la condición humana y la transformación cultural deseada, sólo es posible a través de la transformación de las personas, derivada de un cambio integral de actitud, de pensamiento, de expresión emocional y de valores que solo puede ser iniciado y promovido por la educación, con una pedagogía desde el corazón.



BIBLIOGRAFÍA

Eisler, R. (1987) El Cáliz y la Espada. Nuestra historia, Nuestro Futuro. Cuatro Vientos. Barcelona
Maturana, H. (2002) Transformación en la convivencia
Dolmen Ediciones S.A. Santiago de Chile
Maturana, H. y Bloch, S. (1998) Biología del emocionar y Alba Emoting
Dolmen Ediciones S.A. Santiago de Chile
Muraro, R. y Boff, L. (2004) Femenino y Masculino. Una nueva conciencia para el encuentro de las diferencias
Trotta. Madrid
Osho (2002) Emociones
EDAF. Madrid
Paredes, Y. (2006) El Continuo Humano
Ministerio del Poder Popular para la Educación. Caracas
Varios autores (2006) Compendio de lecturas Género – Feminismo – Nuevos Paradigmas
ULASALLE. San José de Costa Rica

martes, 8 de mayo de 2007

Características de la investigación biopedagógica

Pedagogía desde el corazón

Humberto ALMEIDA
Rosanna CHACÍN
Carmen Teresa FLORES
Mariella URBANO

13 de marzo de 2007


En algún momento de la evolución, los organismos unicelulares tomaron la decisión de interactuar y comenzaron a asociarse dinámicamente, lo que condujo a la conformación de organismos de mayor complejidad, manifestada ésta mediante la pluralidad y diversidad de funciones cumplidas en relación a sus procesos de interacción con el entorno, quizás, meramente, con la finalidad de subsistir. Pasados los años, tal vez millones de años, estos organismos complejos empezaron a vincularse entre sí y se conformaron en sistemas biológicos complejos, asociados en forma de redes relacionales. No en balde la autoorganización y la interdependencia permitieron la sustentabilidad de estos organismos complejos, desde un inicio, a lo largo del tiempo.

Los seres vivos, en cuanto organismos complejos, han desarrollado, con base en una continua interacción con otros seres vivos, procesos cada vez más complejos que han implicado la adaptación, asimilación o cualquier otro proceso asociado a lo que hoy en día concebimos como aprendizaje. Todo ser vivo aprende y esto es un proceso intrínseco a la naturaleza del ser. Dicho de otro modo, el aprendizaje es inherente a todo ser vivo y está vinculado al proceso de cognición, también inherente a los seres vivos.

Siendo la cognición un fenómeno que permite la aprehensión de experiencias que nos ayudan a incorporar diversos o nuevos aprendizajes, ésta se convierte en condición necesaria para transformar las actividades o estrategias que favorecen dicho aprendizaje. La pedagogía, en cuanto estrategia de facilitación del aprendizaje, requiere reconocer la naturaleza sistémica de los organismos que participan en los procesos de aprendizaje; en palabras de Varela (2000), implica asumir los espacios de aprendizaje como nichos vitales, en los que maestros, maestras y aprendientes crean, realizan y validan en la convivencia, un modo particular de convivir.

Para promover el aprendizaje, se requiere reencantar, seducir, complejizar y re-crear la educación, la escuela, la pedagogía y a los actores involucrados en este proceso. Para ello, es imperativo concebir al aprendiente como un ser que reconozca al otro como legítimo otro y que la interacción maestro – aprendiente se fundamente en el amor, en el respeto y en la transformación en la convivencia (Maturana, 2002). Es a través de estas concepciones que se evidencia nuevamente que la autoorganización y la interdependencia propician la sustentabilidad del aprendizaje como proceso vital permanente y pueden potenciar la creación de un sistema educativo necesariamente autopoiético.

Nuestra declaración vital

Queremos un mundo diferente, con cambios de actitud en el sentir, pensar y actuar de las personas, donde el intercambio de ideas, la expresión genuina de emociones y los conocimientos actualizados, permitan la construcción de un planeta sustentable, con capacidad para nuestro desarrollo presente y el de las futuras generaciones.

Queremos un universo donde la ecología profunda prevalezca sobre la superficial, que ya no sea el ser humano el centro del universo, sino él con todo lo que lo rodea, donde el mundo no sea, grupos de entes aislados, sino una red de fenómenos interrelacionados.

Queremos ver, escuchar, percibir, oler y degustar a nuestros semejantes, como verdaderos hijos de Dios, co-creadores de este orbe maravilloso que nos rodea; que perciban la vitalidad de nuestra tierra y la de los otros seres que conforman el universo, con equidad y respeto.

Queremos respirar un cosmos limpio, agradable, no solo desde la conservación de los recursos naturales, sino también desde la limpieza personal que cada ser vivo haga de sus emociones, creencias, angustias, miedos, odios, rencores, resentimientos y temores.

Queremos un mundo sin fronteras, desde una educación holista y ecológica, con un nuevo marco global, de intercambio y desarrollo entre países de un solo mundo, en donde la práctica de la convivencia sea un compartir de la cotidianidad real y sentida: Una verdadera red humana y que cada hebra de esa red repercuta positivamente en los otros.

Queremos una nueva pedagogía universal centrada en el corazón y que, desde él, irradien muchos haces de luz, armonía, inteligencia, ecoestima, sabiduría y paz; y que esta nueva pedagogía sea la que oriente a las personas para la construcción de ese mundo que todos necesitamos.

Queremos que esta pedagogía pueda reunir los diferentes aspectos del proceso educativo, en el cual se formen los profesionales que requieren los países para su desarrollo social e industrial.

Queremos que se eduque a las personas en el manejo adecuado de sus emociones, con el permiso, la libertad y la calificación para mostrar las emociones auténticas.

Queremos que se creen espacios de aprendizaje sin control, con una pedagogía libre, sin tiempos predeterminados y en ambientes abiertos y de expansión, centrada en los aprendientes.

Queremos educar también para la salud, la vitalidad, la vida plena, agradable… para la inmortalidad.

Queremos una escuela centrada en el respeto y la libertad, en donde equivocarse sea una oportunidad para aprender desde la experiencia, y en la que se propicie y legitime, en el aprendiente, la reflexión de ese aprendizaje y la extrapolación del mismo a otros contextos.

Queremos una escuela que se constituya como un “nicho vital” centrado en la convivencia e interactividad cognitiva, desde la tolerancia y la aceptación del otro como legítimo otro, respetando sus necesidades, intereses, ritmos y tiempos.

Queremos un maestro que valore y aprecie las diferencias y las diferentes expresiones del emocionar y que esta diversidad se constituya en foco de aprendizaje para que, de manera resonante podamos experienciar la empatía y validar todas las expresiones de emoción, sin producirse hostilidad.

Queremos que las instituciones educativas se transformen sobre la base de un proceso concebido en la convivencia que permita el libre intercambio y consensualidad entre los maestros, maestras, profesoras, profesores, aprendientes y su entorno social y comunitario, a fin de promover el aprendizaje-para-la-vida y durante-toda-la-vida, sin distinción de cualquier división artificial predeterminada (género, edad, credo, raza y estrato económico).

Queremos un proceso educativo amplio e inclusivo que promueva la consolidación de un verdadero sistema dinámicamente interactivo, que considere las necesidades y particularidades del desarrollo colectivo, en las diferentes regiones de nuestro país.

Queremos un planeta en el cual la biodiversidad, no sea un anhelo de pocos, sino una realidad vivida de muchos. Que cada individuo sienta una necesidad intrínseca de ayudar y aceptar a aquellos que le son diferentes por raza, religión, cultura o discapacidad. Solo así la vida tendrá sentido para todos.

Queremos un cosmos sano, pleno de vitalidad, en donde las enfermedades y la muerte encuentren en la inmunología cognitiva una nueva forma de autoorganización de la existencia. Educar desde la inmortalidad, requiere de un cambio de percepción de nuestro cuerpo, de nuestro pensamiento, de nuestras emociones y de nuestro proceso de envejecimiento. Es concebir la vida como un aprendizaje permanente, y a la vez placentero, sin la preocupación por las enfermedades y la muerte, sino por la ocupación en actividades sanas y recreativas que colmen nuestra estancia en este plano.

Queremos un universo en el que sus habitantes disfruten de los tiempos en armonía. Que el tiempo cronos, pueda interrelacionarse con el tiempo kairos, sin angustias, sin carreras, sin controles exagerados que nos produzcan malestar y pérdida de la salud.

Queremos que el balance de estos tiempos sea positivo para todos y que se entienda que la conjunción de estos tiempos puede traer beneficios, al disfrutar más de la vida, y al hacer todas aquellas cosas que siempre hemos querido hacer y que, “por falta de tiempo”, las hemos pospuesto.


BIBLIOGRAFÍA
Assmann, H. (2002) Placer y ternura en le educación. Hacia una sociedad aprendiente. Narcea S.A. Madrid
Capra, F. (1996) La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Anagrama. Barcelona
Maturana, H. (2002) Transformación en la convivencia. Dolmen. Santiago de Chile
Varela, F. (2002) El fenómeno de la vida. Dolmen. Santiago de Chile

Holismo, Complejidad y Educación

Pedagogía desde el corazón

Humberto ALMEIDA
Rosanna CHACÍN
Carmen Teresa FLORES
Mariella URBANO
15 de diciembre de 2006


No importa que tan complicado
se presente el panorama,
el reto seguirá siendo la superación
de las controversias,
desde una perspectiva integrada,
donde lo humano, el amor, la pasión y el humor
sean puntos estratégicos de acción.
Carmen Teresa Flores

Con motivo de la realimentación de los trabajos rizomáticos correspondientes a los cursos primero y segundo, por parte de los Maestros Gutiérrez, Prado y Cerdas, hemos recibido una serie de ideas, sugerencias y observaciones, así como la recomendación de lecturas complementarias, conducentes al enriquecimiento de nuestro trabajo. Una de las observaciones vinculadas a la forma de presentación y elaboración del rizoma se refiere a la apreciación del mismo como una sumatoria de los aportes extraídos de cada chifladura y sin aparente vinculación e integración con preguntas o conclusiones fruto de un debate grupal.

En este sentido y dado que el grupo se ha visto reducido en número (desde los diez participantes del grupo inicial, ya redistribuido por razones de autoorganización), hemos planteado la necesidad de redimensionar el trabajo rizomático, de repensar la estrategia de abordaje a las lecturas básicas y complementarias, y de reorientar-profundizar las discusiones sobre dichas lecturas. Una de las recomendaciones hechas por los maestros referidos previamente, en el mismo orden de ideas de los maestros que nos acompañan a través de las lecturas, decía: “Intenten, la próxima vez, un texto breve (no más de cinco páginas), retador y no confirmador, integrador de perspectivas y capaz de generar aperturas, donde haya más preguntas que respuestas, para que al final del proceso doctoral el aporte cualitativo sea un campo abonado por desarrollar, y no un conjunto de certidumbres estériles”.

Es por ello que en este trabajo rizomático hemos querido exponer los aportes dados por cada integrante del grupo en sus chifladuras, en forma de conversatorio, en el que se van a ir exponiendo las vivencias y reacciones a las lecturas y las reacciones a los enfoques que cada integrante comente con relación al intercambio de ideas y pareceres en torno al curso y al rizoma.

Sobre la Educación Holística, la Complejidad y la Pedagogía desde el corazón

Carmen Teresa
Al iniciar este debate, me gustaría relatarles mi experiencia como profesora entre los años 70 y 80, durante los cuales tuve la fortuna de formar parte de los Proyectos ensayo. Traje a colación esa experiencia, porque hacia pocos días habíamos celebrado un reencuentro con motivo de los 30 años de graduados de Bachiller. El pensum utilizado era diferente al tradicional, preparaba a los alumnos tanto en el área de conocimientos, como en la deportiva y las artes. Los bachilleres egresados tenían la doble titularidad: ciencias y humanidades. El sistema de núcleos los preparaba más en la materia relevante hacia la carrera que aspiraban continuar, por ejemplo, si los jóvenes querían seguir estudios en medicina, biología, veterinaria, tomaban el núcleo de biología; si por el contrario querían estudiar derecho, educación, historia o filosofía, tomaban el núcleo de humanidades. De esa hermosa experiencia educativa hoy contamos con excelentes profesionales en las disciplinas de arquitectura, medicina, derecho, ingeniería, administración y economía, entre otras. De ese mismo liceo, varios alumnos se han destacado en las áreas deportivas y en la música.

Entre los comentarios que ellos suelen hacernos a los facilitadores de esos aprendizajes están: ¿qué pasó con el modelo educativo que no se continuó?, ¿Por qué no se evaluó, si fue tan bueno para nosotros?, ¿Por qué lo cambiaron sin que se hubiese evaluado el proyecto anterior?
La evaluación es otra de las debilidades de nuestro sistema educativo. Así como la experiencia contada, nos imaginamos que hay muchas más; además de las experiencias aisladas que los docentes han hecho en sus respectivos planteles, que además por la poca cultura que hay hacia la investigación, no se han reportado.

Todos estos elementos nos conducen a plantearnos la necesidad de un cambio en la educación, pero un cambio no tanto a nivel de estructura, sino de funcionamiento. Pensamos que los gobiernos hacen sus mejores esfuerzos por capacitar y dotar de recursos a las escuelas, pero sentimos que los cambios deben darse a un nivel más profundo, que tiene más relación con la conciencia de los seres humanos que participamos en ese proceso.

Mariella y Rosanna
Nosotras pensamos que la transformación requiere estar verdaderamente orientada hacia el desarrollo de la conciencia a fin de fortalecer la acción del facilitador, con miras a estimular el deseo de aprender por parte del aprendiente. Por otra parte, los facilitadores requieren estar más orientados a la reflexión en el sentido de ayudar a tomar conciencia de los procesos involucrados en el aprendizaje. De acuerdo a lo planteado por Bohm en el Paradigma Holográfico, es la conciencia lo que permite la evolución y transformación y si ello ocurre en espiral creciente en el que se profundice la reflexión, se logra un elevado nivel de conciencia que permitirá, a su vez, expandir el conocimiento.

Mariella
Este aspecto tiene que ver con mi propia experiencia al abordar temáticas diversas desde diferentes puntos de vista y mostrados de forma fragmentada y separada como si no tuvieran relación unos con otros. Yo tengo la creencia de ser floja para iniciar o dictar cursos o talleres, mas sin embargo he ido tomando conciencia de que, cuando emprendo esas tareas y dicto el curso o taller, recibo un feedback estimulante y el agradecimiento de haber facilitado procesos de aprendizaje y abierto puertas al interés sobre otras temáticas. De esa experiencia, he comprendido que el proceso educativo requiere estar orientado al logro y no al poder, usualmente ejercido por el no-facilitador (docente). En palabras de Maturana, necesitamos reconocernos a nosotros mismos como legítimos, con nuestras fortalezas, con nuestras áreas por mejorar y que ello sirve para empezar la relación con otro como legítimo otro.

Rosanna
Un aspecto que conversamos la reunión anterior, es el referido a la formación de formadores en la cual se repiten esquemas conservadores y que guarda relación con lo que ustedes mencionan. Me refiero a que actualmente es requisito para ser docente, haber tenido una formación profesional formal (poseer una titulación) pero lo que busca esa formación (tal y como se brinda en nuestras instituciones de formación docente) es mantener y perpetuar las creencias culturales asociadas al paradigma tradicional cartesiano. Se han realizado esfuerzos importantes por incorporar a los pensa de estudios: teorías, modelos y propuestas consideradas como superadoras del paradigma reduccionista del aprendizaje, sin embargo dichos esfuerzos suelen quedarse en el plano discursivo (lo escrito en los programas de estudio y lo predicado por los profesores como parte del contenido programático). Es por ello, que el impacto de estos logros en la práctica docente del egresado es mínimo. La superación de un paradigma, implica procesos reflexivos y de toma de conciencia. La formación del facilitador debe preocuparse más, a mi parecer, por modelar y generar estos espacios de reflexión, que a su vez, no se limiten a los cinco años que dura la carrera, sino que trascienda y asuma la formación como un proceso permanente de reflexión y búsqueda.

Humberto
Con relación a lo que afirma Carmen Teresa referido a que el cambio debe ser funcional, creo que la transformación del proceso educativo necesita estar orientada definitivamente a lo estructural, lo cual se relaciona con el aprendizaje-para-la-vida por medio del desarrollo de la conciencia. Particularmente pienso que la educación en los comienzos del siglo XXI, al menos para Venezuela, mantiene todavía una estructura rígida y matricial, enmarcada en cursos separados y recargados de más conocimiento que estrategias para la vida. Aún cuando nuestro sistema educativo ha hecho reformas en este sentido, todavía los cambios están más en el papel escrito de los programas que en la realidad práctica de las aulas de clase.

¿Qué podemos hacer como facilitadores del siglo XXI, habiendo tenido una formación del siglo XX, para conducir estos cambios?

Todos
Estamos de acuerdo en que nuestra formación profesional influye en nuestros pareceres y en nuestras acciones bajo la idea de que es más cómodo utilizar lo que ya conocemos y de lo que tenemos cierto dominio, dada la experticia en nuestras áreas de desempeño. Ello sigue reforzando el paradigma tradicional y una forma de ayudar es encontrar una vía distinta de acción orientada al desarrollo del Ser. Creemos que esto, además de permitir la flexibilización del proceso de aprendizaje, genera condiciones diversas para distintos abordajes que faciliten el aprendizaje integrado e integrador que respete la complejidad y estimule la autoorganización y la interdependencia.

Carmen Teresa
En relación con el nuevo paradigma, como patrón de una visión diferente del mundo, podemos hablar sobre la educación holista, un nuevo concepto dentro de la educación, considerada como un proceso integral, que nos provee de un marco global basado en lo mejor del conocimiento humano, desarrollado a partir de las ciencias de la complejidad; el resultado ha sido un paradigma educativo holístico, sin precedentes en la historia de la educación.

En algunos países del mundo esta nueva concepción educativa se viene desarrollando con bastante éxito. Desde este nuevo concepto la educación holista supera la visión reduccionista cognoscitivista, y considera al ser humano en su totalidad; trabaja en seis dimensiones: emocional, social, cognitiva, estética, corporal y espiritual. Se sustenta en principios de interdependencia, diversidad, totalidad, flujo, cambio, unidad y sustentabilidad. Considero que la Educación Holista fundamenta sus teorías a partir de tres influencias importantes: los nuevos paradigmas de la ciencia, la filosofía perenne y las aportaciones de los grandes educadores y pedagogos de la humanidad. (En línea, http://www.geocities.com/ed%20holista/index.htm).

Humberto
Para educar conforme al nuevo paradigma hay que retomar viejas prácticas pedagógicas asociadas a la relación cercana, sincera, amplia e inclusiva del maestro o maestra, además de un conocimiento integrado y transdisciplinario. Recuerdo de Aldemaro Romero comentando su experiencia de aprender con el maestro Tarsicio (mi papá) la relación histórica cronológica de acontecimientos o sucesos diversos ocurridos casi simultáneamente en diversas partes del mundo y apreciarlos como relacionados con un “sentimiento” universal. Dicho de otro modo, hay que dedicarse al desarrollo de la contrastación del sistema de creencias con el sistema de Valores y facilitar la comprensión integral de la Humanidad como un todo.

Rosanna
Un asunto importante que deseo comentar en torno al sistema de Valores es que ese sistema de Valores no puede ser estático, necesitamos someterlo a revisión permanente para que éste evolucione al ritmo del desarrollo general del individuo. En palabras de Bohm, el nuevo concepto de orden requiere considerar que la conciencia y la materia son subtotalidades y que ambas se manifiestan como aspectos dinámicos que pasan de ser implicados a explicados, en un continuo permanente y ello sugiere que se hace imperativo tratar la educación como proceso holista que integra conocimientos aparentemente distintos y separados sin vinculación evidente. Un aspecto que me ha resultado interesante en este curso es precisamente, la revisión de mi propia concepción del aprendizaje. El paradigma holográfico me ha permitido entender el aprendizaje como un todo integrado imposible de fragmentar, por cuanto cualquier trozo que pretendamos analizar contendrá a su vez el todo del resto de los aprendizajes que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida e incluso de nuestra historia humana (incorporando los aspectos culturales descritos por Morin). Esta reorganización de mi concepción de aprendizaje me obligó a su vez a reflexionar acerca de lo que sería, entonces, la evaluación. Los formadores pretendemos evaluar los logros de nuestros aprendientes con respecto a los objetivos concretos que trabajamos en clase utilizando técnicas e instrumentos de medición. ¿Será que esta evaluación no tiene ningún sentido? Necesitamos redimensionar nuestra visión general de la educación y construir nuevas ideas.

Todos
Planteados así, estos asuntos suenan maravillosos, pero todavía a nivel del aula de clase seguimos funcionando con los esquemas anteriores. Por ejemplo, hay programas por materias, actividades solo dentro del aula, estrategias centradas en clases magistrales dictadas por no-facilitadores (docentes), demasiada tarea para el hogar, y poco énfasis en la integración de los saberes como rectores de esos cambios que demanda el mundo a nivel ecológico y sistémico.

Carmen Teresa
En el siglo XX, la ciencia avanzó cambiando los esquemas de la ciencia del siglo XVII basada en los principios newtonianos y la racionalidad cartesiana. La nueva visión está basada en relaciones entre sistemas e intercambio de energía en flujo constante entre los distintos organismos. La ciencia ha redescubierto el mundo como un elemento dinámico y cambiante, con procesos autorreguladores y en expansión. Esto puede ser un aspecto interesante a incluir en las características que requiere una pedagogía desde el corazón.

Rosanna
Otra acción a efectuar por parte de los facilitadores del siglo XXI es iniciar el cambio en nosotros mismos, haciéndonos conscientes de que ese cambio puede inducir a otros a seguirlo, como parte de esa interdependencia necesaria entre los seres humanos.

Mariella
Considero que el facilitador del siglo XXI tiene que estar muy consciente del lenguaje que utiliza a la hora de comunicarse con el aprendiente. Es necesario hacer un esfuerzo porque el lenguaje sea potenciador o retador; en ningún caso, se debe dar uso a un lenguaje rígido, imperativo, controlador, que no es más que el reflejo del sistema de valores imperante en el docente.

Una acción que podemos tomar como facilitadores del siglo XXI es no descalificar totalmente el paradigma tradicional y desarrollar la habilidad de entrar y salir de él y usarlo en el momento en que se requiere. En ocasiones, con fines didácticos, es necesario, por ejemplo, fragmentar la realidad. Lo interesante es reconocerlo y tener la habilidad de asumir, posteriormente, la totalidad. Como ejemplo tenemos el estudio del Cerebro Triuno, con fines didácticos se presentan los cerebros, sus estructuras, características y funcionalidades de manera separada; sin embargo, en su demostración en el ser humano, es difícil percibir la actuación de los diferentes cerebros. Cuando una conducta se presenta, podemos observar evidencias de cerebro básico, del límbico y de la neocorteza, como una totalidad. Ni el observador ni el que muestra la conducta pueden, a ciencia cierta, establecer que cerebro está en funcionamiento, se supone que están presentes los tres simultáneamente.

Humberto
Con relación a lo que establece Mariella, creo que precisamente lo que plantea el paradigma tradicional, es que hay que fragmentar la realidad para poder conocerla, pero la “trampa” de ello estriba en que aprendimos que la realidad es sólo eso, es decir, un fragmento de la totalidad. El nuevo paradigma, por el contrario, sugiere que la realidad es única, que se manifiesta de diversas formas y que puede ser aprehendida, en términos de Wilber (1992) sobre la base de una visión holográfica. En este sentido, la memoria puede ser considerada un aspecto de la energía materializada en imágenes, sensaciones o en recuerdos de todo tipo, de modo no localizado (Bohm, en Wikipedia, 2006). Aplicando esto a los procesos educativos creo que todo individuo tiene la posibilidad de integrar el conocimiento holográficamente aun cuando en el acercamiento al momento de aprender, pudiera apreciarse como una parte o subtotalidad de todo el aprendizaje.

Carmen Teresa
Tal vez, la respuesta a la pregunta sobre el cambio estaría en movernos en el continuum de la vida hacia el polo espiritual y salir del físico, en el que hemos estado enfrascados por tanto tiempo. Esto indudablemente lo permite la integración de la familia, la escuela y la sociedad. Cuando nos percatamos de las posibilidades que tenemos de desarrollarnos como personas integrales, entramos en un espacio especial de acciones, sin apuros, sin tanto control, trabajando por la integración de los procesos, experimentando las emociones libremente y viviendo plenamente y este es otro aspecto importante a incluir en la Educación del siglo XXI.

A modo de corolario

Las ciencias de la complejidad nos aportan nuevas formas de aceptar el mundo, no desde una barrera insalvable, sino desde una oportunidad accesible, donde la creatividad, la experiencia y la conjunción de las ciencias nos darán la base para una mejor comprensión de los problemas y la búsqueda de soluciones adecuadas a la situación.

Por su parte, es imperativo concebir y abordar el proceso educativo con base en un enfoque holista ya que este contribuye al desarrollo de los saberes y, en particular, al desarrollo del Ser. Entre otras consideraciones, nos parece oportuno este enfoque, por cuanto:

  1. Considera al ser humano en su totalidad; educa la totalidad de la persona y trabaja considerando seis dimensiones: emocional, social, cognitiva, estética, corporal y espiritual.
  2. Fundamenta sus teorías a partir de tres influencias importantes: los nuevos paradigmas de la ciencia, la filosofía perenne y las aportaciones de los grandes educadores y pedagogos de la humanidad (Wilber, 1992).
  3. Supera la visión reduccionista cognoscitivista, lo que implica redefinir conceptual y funcionalmente la institución educativa, centrar el proceso de aprendizaje en el aprendiente, respetando su individualidad, su capacidad de elección y su integralidad.
  4. Se sustenta en principios de interdependencia (necesidad de relacionarse e interactuar con otros), diversidad (entender y respetar las diferencias culturales, religiosas, tendencia sexual, etc.) totalidad (todas las dimensiones del ser, todos los saberes integrados), flujo (la continuidad de las cosas, las cosas no se detienen, están en constante movimiento), cambio (mantenerse en constante variación, no estamos fijos, ni en estado permanente), unidad (entender al otro como uno, desde su individualidad) y sustentabilidad (que sea sostenible en el tiempo y espacio, que genere mecanismos de autoprotección y mantenimiento, que posea un componente ecológico, de respeto al ambiente).

BIBLIOGRAFÍA
Wilber, K. (1992) El Paradigma Holográfico. Una exploración en las fronteras de la ciencia. Troquel. Buenos Aires
Morin, E. (2001) El Método V. La humanidad de la humanidad. Cátedra. Madrid
Maturana, H. (2002) Formación Humana y Capacitación. Dolmen. Santiago
Gallegos, R. Educación Holista. Consultado en agosto 2006. http://www.geocities.com/ed
Capra, F. (1996) La trama de a vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Anagrama. Barcelona
El orden implicado y el orden explicado de acuerdo a David Bohm. Consultado en agosto 2006.
http://en.wikipedia.org/wiki/Implicate_and_Explicate_Order_according_to_David_Bohm
Paradigma Holográfico. Consultado en agosto 2006. http://www.eListas.net/lista/nuevahumanidad