domingo, 11 de junio de 2006

Fundamentos cientificos del nuevo paradigma

Pedagogía desde el corazón

Humberto ALMEIDA
Salomé BARRETO
Ruth BELISARIO
Rosanna CHACÍN
Carmen Teresa FLORES
Lucila LOZADA
Irama RODRÍGUEZ
Jorge SÁNCHEZ
Mariella URBANO

28 de abril de 2006
Qué hay hasta ahora…El paradigma que necesitamos cambiar

Durante mucho tiempo, la humanidad ha estado sujeta a esquemas que pretenden explicar la realidad desde muchos puntos de vista. Estos esquemas, enfoques, aproximaciones, modelos, teorías, o como se les llame, tienen un punto de convergencia en los postulados originados desde el siglo XVII, con base en los enfoques de Descartes y Newton. Es así cómo el entendimiento de la realidad, a través del pensamiento cartesiano y newtoniano, ha sido orientado a comprender, explicar y aportar soluciones a los problemas teóricos y prácticos de la humanidad, como si estos fueran partes separadas de un todo.
Fruto de la diversificación y especialización del conocimiento aparecieron distintas áreas del conocimiento, influidas fundamentalmente por los enfoques mecanicistas; todas ellas dividieron la realidad en partes para poder estudiarla –observarla, comprenderla y explicarla-, con miras a controlarla. Ejemplo de ello son el enfoque biomédico, la psicología, la economía y muchas otras “ciencias”, las cuales supusieron al ser humano como una entidad integrada por partes separadas y con relaciones, producciones y expresiones fruto de esta “separación” cartesiana.
Este punto de vista –este paradigma-, se acompañó de vías de acción, de relación, de formulación de estrategias, de creación de procedimientos, mecanismos e instrumentos que sólo sirvieron para confirmar ese modo de comprender y explicar la realidad
En términos de lo dicho por Capra (1992), este paradigma consiste, entre otras cosas, en la visión del universo como si fuese un sistema mecánico compuesto de bloques elementales, la visión del cuerpo humano como si fuese una máquina, la visión de la vida social como si tuviese que ser forzosamente una lucha competitiva por la existencia, la creencia en el progreso material ilimitado, que debe alcanzarse mediante el crecimiento económico y tecnológico, y la creencia de que el sometimiento de la mujer al hombre, es consecuencia de una ley básica de la naturaleza. En los últimos decenios, todas estas suposiciones se han visto severamente puestas en tela de juicio y necesitadas de una revisión radical.
En relación con lo citado previamente, podemos observar que el paradigma fundamentado en una concepción mecanicista cartesiana-newtoniana condujo a una comprensión positivista de la realidad; es decir, condujo a una interpretación del funcionamiento del universo, apegada a los resultados prácticos, empíricos, utilitaristas, materialistas y oportunistas que se obtuvieran mediante métodos y técnicas de análisis e investigación de corte cientificista, con aproximaciones deductivas o inductivas de la realidad, reduciendo con ello los fenómenos complejos a la simple conjunción de mecanismos o procesos aislados.

Según Ortega (2005), entre los postulados que caracterizan al paradigma "tradicional” (positivista), figuran:

La Causalidad. Mediante ella se afirma que todo hecho es producto de una relación causa-efecto, basada en una sucesión regular de eventos, que intenta explicar el fenómeno observado; es decir, supone que todo acontecimiento tiene una causa que lo originó. Este enfoque es determinista-reduccionista y se basa en la racionalidad analítica, ya que descompone el todo en partes, estudiando solo una fracción del fenómeno; en otras palabras fragmenta la realidad.

La Probabilidad. Plantea que las leyes y reglas estadísticas-probabilísticas permiten predecir o determinar el comportamiento promedio de un grupo. La tendencia o direccionalidad que supone es rígida, ya que no explica los fenómenos desde sus antecedentes, orígenes o motivos que lo sustentan.

La Objetividad. Tiene su basamento en el dualismo cartesiano mente-materia, o mente-cuerpo, donde ambos elementos existen de manera independiente uno del otro; por tanto el hombre puede apreciar, conocer y entender al objeto desde el objeto mismo, sin vincularse a él, ya que el objeto “habla” por sí mismo. En este sentido, el objeto se ajusta a las dimensiones espacio, tiempo y masa, lo cual permite apreciarlo y medirlo (describirlo), sin interpretaciones.

La Inferencia Inductiva. Ella permite suponer que las situaciones o experiencias que se evidencian en una situación particular, serán las mismas que se producirán en otras más generales. La comprensión del universo apoyada en la inferencia inductiva ha ido perdiendo validez para el conocimiento de la realidad, por cuanto las leyes o teorías derivadas con base en la inferencia inductiva, son conjeturas o hipótesis aceptadas temporalmente, hasta que son rebatidas por otras que expliquen o se aproximen mejor a la realidad.

La Verificación Empírica, que se fundamenta en el método hipotético deductivo, mediante el cual se llega a un conjunto de proposiciones (hipótesis) que supuestamente describen o explican el fenómeno estudiado. De éstos se extraen consecuencias observables (deducción) que después se verifican mediante experimentos para confirmar o refutar dichas proposiciones. Las proposiciones no pueden ser comprobadas por un solo experimento, pues no pueden derivarse de los hechos, sino sólo de otras proposiciones. La verificación empírica excluye de su campo de acción, todo el conjunto de experiencias internas del ser humano, a menos que las reduzca a piezas separadas, cuantificables y que guarden relación con el “hecho observable”.

En relación con lo planteado anteriormente, observamos que hay una amplia gama de acontecimientos y fenómenos que impactan actualmente la realidad de nuestro planeta y que no pueden ser comprendidos desde el punto de vista mecanicista dualista ya que sujeto y objeto son inseparables; dicho de otro modo, el sujeto no puede desprenderse de su subjetividad y ésta se encuentra íntimamente relacionada con el objeto.

Desde hace muchos años hay fenómenos que reflejan un impacto perjudicial a la sostenibilidad de la vida en la Tierra, lo que nos hace poner en duda la efectividad del orden establecido con base en el paradigma todavía vigente en lo biológico, en lo social, en lo psicológico y en lo cultural (político, religioso, económico, etc.). Asuntos tales como el recalentamiento atmosférico, la pérdida de importantes sectores de la capa de ozono producto del uso indiscriminado de clorofluocarbonos, la lluvia ácida, la fabricación de armas de destrucción masiva y los enfrentamientos bélicos con base en el mantenimiento de intereses económicos de escasos sectores de la comunidad internacional, lo que conduce a la depauperación de los pueblos, son ejemplo de ello.

Por otra parte, el paradigma vigente ya no puede explicar-se a sí mismo, ni a la gama variada de acontecimientos y fenómenos que impactan la realidad de nuestro planeta y de las relaciones entre quienes lo habitamos. No podemos resolver los problemas del mundo de una sola vez, pero en la medida en que cada individuo asuma su situación y la del contexto que lo rodea de un modo orgánico, ecológico y sustentable, la suma de esto nos dará una visión más humana y proactiva del mundo, de las personas que lo habitan y de sus relaciones entre ellas y su entorno.
Una nueva manera de pensar, de percibir y de valorar, se está imponiendo sobre la base de dos importantes avances relacionados con la nueva conciencia: a) El reconocimiento de que los sistemas vivientes son redes auto-organizadas, y b) El desarrollo del concepto de Sostenibilidad, el cual plantea que la humanidad puede sobrevivir mediante la adopción de los medios a través de los cuales se perpetúan los ecosistemas naturales (Wenz, 2002). A estos dos postulados, Capra (en Wenz, 2002) ha añadido un tercer elemento: c) La extensión de la teoría de los sistemas biológicos al campo de lo social y de lo cognitivo, en lo que él denomina la Ciencia de la Sostenibilidad.

La Nueva Conciencia

Los aportes de Huxley, Hofmann, Reich, Jung y Watts (Nueva Conciencia, 1987), al exponer sus ideas en relación con la deshumanización, por el alto poder otorgado a la ciencia y a la tecnología, y ante la imposibilidad de tener salud mental en una sociedad enferma, apuntan hacia la capacitación del ser humano para que acepte el goce que hay dentro de él y supere el temor.
Por su parte, pensadores de la talla de Krishnamurti, Kübler-Ross, Morín y Rogers (Nueva Conciencia, 1987), nos dejan una sensación agradable en el espíritu, de percibir la necesidad de trabajar y servir a la humanidad para alcanzar un estado más allá de lo puramente físico: Lo metafísico.

En la misma intención de búsqueda, Capra, Ferguson, Wilber, Sheldrake y Maslow (Capra, 1992; Nueva Conciencia, 1987), el cambio de paradigma viene dado por las propias contradicciones en que se encuentra el viejo esquema mecanicista de funcionar, que nos ha acompañado por tanto tiempo. Encontramos cosas interesantes como los paralelismos entre la física moderna y las tradiciones místicas de oriente, la argumentación que hacen de la nueva visión del mundo y las urgentes transformaciones sociales que acompañan este cambio.

En suma, estos personajes han sido visionarios de un nuevo mundo, de un orden diferente, de una nueva manera de percibir la vida, la naturaleza, el conocimiento, las actitudes; ellos coinciden en la forma humanitaria y ecológica con la que se requiere visualizar la vida del futuro. Promueven el desarrollo de un ser humano, sencillo, ocupado en su quehacer, comunicativo, alegre, interactivo, sociable y armónico, y que una de las vías para este desarrollo, es la integración del pensamiento occidental con el misticismo del oriente.

La nueva conspiración en favor del desarrollo de las potencialidades humanas, en pro de una sociedad de cooperación y no de competición, es una conspiración sin líderes pero omnipresente, un cambio de paradigma científico y un salto en nuestra manera de vivir y sentir. Una nueva teoría general de la conciencia que ensambla el misticismo oriental y occidental con lo mejor de la ciencia y el pensamiento contemporáneo.

El Paradigma Emergente

Martínez (1997) dice que el mundo en que vivimos se caracteriza por sus interconexiones a un nivel global en el que los fenómenos físicos, biológicos, psicológicos, sociales y ambientales, son todos recíprocamente interdependientes. Para describir este mundo de manera adecuada necesitamos una perspectiva más amplia, holista y ecológica que no nos pueden ofrecer las concepciones reduccionistas del mundo, ni las diferentes disciplinas aisladamente; necesitamos una nueva visión de la realidad, un nuevo "paradigma", es decir, una transformación fundamental de nuestro modo de pensar, de nuestro modo de percibir y de nuestro modo de valorar.

Entre los autores vinculados con la producción de ideas y experiencias relacionadas con el surgimiento del Nuevo Paradigma, figuran David Böhm, Fritjof Capra, David Peat, Ilya Prigogine, Rupert Sheldrake, Karl Pribram, Carl Gustav Jung, Benoit Mandelbrot y muchos más, quienes pertenecen a diversas áreas del conocimiento tales como la Psicología, Filosofía, Neurofisiología, Física, Química, Matemática y Biología, entre otras. Ellos han trabajado bajo la concepción de un universo autoorganizado, interdependiente y sostenible que implica relaciones dinámicas entre los seres vivos y su entorno, destacando la interacción y relación de muchas ciencias. Ello ha venido a conformar lo que se ha denominado El Paradigma Emergente, El Paradigma Holográfico o La Naciente Ciencia de la Totalidad.

A continuación presentamos un cuadro en el que se identifican los fundamentos científicos sobre los que se apoya este Nuevo Paradigma, derivado de estas nuevas formas de abordar la realidad y de concebir al ser humano en relación con su entorno:


TÓPICO - TEMA CLAVE - AUTOR(ES)
Sincronicidad Causalidad/Tiempo - Sincronicidad - David Peat desdeCarl G. Jung

Ordenes Implícitos, Ordens Explícitos - Variables ocultas no locales /Holomovimiento - David Bohm / Jacobo Grinberg Zylberbaum

Cerebro Holográfico - No localidad de la información - Karl Pribram desde Dennis Gabor

Campos Morfogenéticos - Resonancia Mórfica - Rupert Sheldrake

Estructuras Disipativas - Termodinámica: Caos y Orden - Ilya Prigogine

Estructuras Fractales - Matemática Iterativa: Caos y Orden - Benoit Mandelbrot

Sostenibilidad - Sistemas biológicos y campo social - Fritjof Capra

Sincronicidad. El psicólogo C. G. Jung y el físico cuántico W. Pauli, coinciden en afirmar que existe en la naturaleza un principio de vinculación no causal que se manifiesta a través de coincidencias significativas, es decir, existe una estrecha relación entre acontecimientos interiores y exteriores de las personas. El principio de sincronicidad puede ser definido como “la coincidencia entre una imagen mental y un hecho exterior objetivo que no están vinculados causalmente, pero que establecen entre sí una relación de significación” (en línea: http://www.adepac.org/P06-4.htm ). Está relacionado con el “inconsciente colectivo” o “herencia psíquica”. Es el reservorio de nuestra experiencia como especie, un tipo de conocimiento con el que todos los seres humanos nacemos y compartimos. No somos concientes de este conocimiento. A partir de él se establece una influencia sobre nuestras experiencias y comportamientos, especialmente en lo emocional. Algunos ejemplos de este fenómeno es el “amor a primera vista”, el “deja vu”, el reconocimiento inmediato de ciertos símbolos y significado de algunos mitos.

Órdenes Implícitos, Órdenes Explícitos. David Bohm, en el intento de explicar la nueva "realidad descubierta", refiere que el nuevo paradigma precisa de discontinuidad (para pasar de un estado a otro no hace falta recorrer los estados intermedios), de no causalidad (no hay determinismo) y de no localidad (conexión no local de elementos que están separados). Adicionalmente, postula que todos los fenómenos tienen variados niveles de expresión, que pueden asociarse a un Orden Implícito (implicado o plegado) y un Orden Explícito (explicado o desplegado). Estos órdenes nos llevan a conceptos sugeridos por algunos físicos como "el pensamiento" y "la conciencia", entre otros, en el sentido de órdenes plegados respecto a lo que la física clásica llamaba "materia". La materia sería pues, un estado particular de un "pensamiento-emoción-conciencia" que funciona dentro de un modelo más o menos mecánico, pero sujeto en última instancia al orden "implícito" con respecto a ella y que es mucho más sutil, complejo y creativo, en fin, holista.

Cerebro Holográfico. Dentro de los nuevos paradigmas que están revolucionando actualmente las ciencias del saber, cabe mencionar a Kart Pribran con su teoría del “cerebro holográfico”, apoyado por los planteamientos de David Bohn, con su planteamiento de un “universo holográfico” cuyas proposiciones han generado una nueva visión en el campo educativo y más aún en la concepción de las teorías del aprendizaje. Se plantea una interpretación del conocimiento que va desde lo objetivo a lo subjetivo, conjugando materia-mente y conciencia donde se interconectan armónicamente las funciones de ambos hemisferios cerebrales. Dejando atrás las percepciones mecanicistas y lineales para integrarlas en forma holográfica y producir así un conocimiento más completo de la realidad. El cerebro holográfico es descrito también por estos autores como “un estado de interconexión inseparables”, visto por otros autores como un análisis sofisticado de frecuencias temporales y/o espaciales que son captadas por las estructuras cerebrales, a través de las percepciones sensoriales de “ver” “oír” “gustar” “sentir” y “tocar” que son coordinadas en forma integrada para reproducir la información en conjunto.

Campos Morfogenéticos. Sheldrake y sus trabajos sobre la Resonancia Mórfica, postula que cada especie tiene un campo de memoria propia. Este campo estaría constituido por las formas y actitudes de todos los individuos pasados de dicha especie y su influencia moldearía a todos sus individuos futuros. Cada especie animal, vegetal o mineral posee una memoria colectiva a la que contribuyen todos los miembros de la especie a la cual conforman.

Estructuras Disipativas. Ylya Prigogine, premio Nóbel de Química en 1977, denomina así a aquellas alejadas del equilibrio, las que basan su existencia en la "disipación de la Entropía" en el seno de ella y gracias a ella, al contrario de los sistemas termodinámicos clásicos. La evolución secuencial de las Estructuras Disipativas, presenta una atractiva visión de cómo el orden y el desorden, el determinismo y el azar pueden ser diferentes estados del mismo fenómeno. Dicho de otro modo, se puede llegar a un umbral en el que la estructura de un evento cambia radicalmente mediante un "salto", para configurarse conforme a otra estructura muy distinta… y la conciencia es una de estas estructuras.

Estructuras Fractales. Benoit Mandelbrot, descubrió una "geometría" totalmente nueva: el fractal. Fractal viene del latín "fractua", que significa irregular, aunque a Mandelbrot también le gustan las connotaciones de fraccional y fragmentario que posee la palabra. Los fractales pueden considerarse pues el punto de unión entre el orden y el caos, entre el determinismo y el azar, entre la turbulencia y la vida ... que nacen de una iteración mecánica.

Sostenibilidad. Lester Brown, fundador del Instituto Observatorio Mundial, escribió, en 1980, que una sociedad sostenible es aquella que puede satisfacer sus necesidades sin reducir las oportunidades para las generaciones futuras. Las Naciones Unidas, en el Reporte Brundtland, estableció el concepto de Desarrollo Sostenible, con base en lo dicho por Brown, exponiendo que una sociedad o comunidad se desarrollará de modo tal que no disminuya las oportunidades de las generaciones futuras. Este concepto nos invita a legar a nuestros hijos y nietos, un mundo tan rico como el que nosotros heredamos. Sin embargo, éste concepto no dice cómo lograrlo. Capra propone comenzar reconociendo que no partimos de cero para construir una comunidad sostenible, que podemos aprender lecciones valiosas de los ecosistemas naturales ya que ellos son comunidades sostenibles de plantas, animales y microorganismos que han evolucionado y que se han mantenido y sostenido a sí mismos en un estado equilibrado durante miles de millones de años. Capra también señala que lo que se requiere es diseñar las sociedades humanas de modo que no interfieran con la habilidad intrínseca que posee la naturaleza para sostener la vida. Ello exige entender cómo la naturaleza lleva a cabo este proceso, cómo la naturaleza sostiene la vida, lo que conduce preguntas tales como: ¿Qué es la vida?, ¿Cuáles son las características básicas de los sistemas biológicos? Todo ello requiere estudiar las redes biológicas que existen en la naturaleza, para extraer de su funcionamiento los principios de sostenibilidad o principios de ecología.

De lo expuesto hasta el momento, podemos extraer lo siguiente:
1. La materia no existe. El fenómeno ondulatorio parece incluirla como un caso particular.

2. Los Modelos mecánicos lineales, de causa-efecto, no pueden explicar una realidad cuya complejidad trasciende la posibilidad de explicación de tales modelos.

3. Las antiguas dicotomías Mente-Cuerpo, Natural-Social, Espíritu-Materia, Individuo-Colectividad, Egoísmo-Altruismo, etc., son diferentes niveles de una misma realidad indivisible, de un "Holomovimiento" único.

4. La relación entre niveles se da más de forma sincrónica que diacrónica, de modo que las "variables implicadas" carecen también de localidad espacial en beneficio de una cierta "ubicuidad".

5. El cerebro humano parece percibir únicamente "frecuencias" además de ser él una parte de esas frecuencias, dotada de cierta permanencia. La percepción se da por "resonancia". Sin embargo, siendo ésta esporádica y parcial, el resto del trabajo lo ejecutan nuestras "representaciones" de la realidad que, en cuanto a imágenes que son, "construyen" activamente la realidad. Así, nuestras representaciones son el sesgo de la percepción y el origen de la dualidad sujeto-objeto.

6. Parece existir cierta evidencia de la existencia de una "memoria colectiva" que interrelaciona todo y que es a la vez "causa y efecto", que "va junto a" la realidad (campo de complejidad) indiferenciadamente.

7. El caos y el orden, el azar y el determinismo son subproductos de esta representación del campo de complejidad; deben, a esa representación, su particular grado de caos y/o su orden. De todo caos surge un orden y de todo orden surge un caos. A su vez, un caos "objetivo" puede cobrar, para nuestros ojos, orden si cambiamos nuestra representación del fenómeno y viceversa. Es de destacar también todo el nuevo desarrollo matemático de las llamadas Estructuras Fractales mediante las cuales ya puede "matematizarse" el "origen" del caos y el orden y su articulación empírica.

8. Dado el continuo Mente-Materia y la estrecha vinculación entre todos los niveles de lo existente, las supuestas "Leyes Inmutables" del Universo (sean físicas, biológicas o sociales) se asemejan más a unas leyes cambiantes, interdependientes y en evolución, más que algo eterno estable y fijo "fuera" del universo mismo y ajeno a su devenir.

Hemos hecho un breve recorrido por algunas de las innovaciones más significativas de las ciencias físicas y naturales, de las cuales podemos deducir en base a la visión que se desprende de ellas, que el abismo entre espíritu, mente y materia queda diluido a la luz del nuevo paradigma. Ello significa que la separación entre ciencias físicas, naturales y sociales está dejando de tener sentido. La dicotomía entre ciencias y letras, ciencia y fe, razón y mito, y muchas mas, dadas por sentado durante siglos, vienen a ser sustituidas por conceptos sincréticos de un nivel superior.

Una nueva educación

En educación, el nuevo paradigma tiene múltiples implicaciones; nos obliga a reconocer que no es posible impartir conocimientos en una sociedad sustentable del siglo XXI, basándonos en un paradigma mecanicista del siglo XVII El mundo de la ciencia es un elemento necesario pero no suficiente para construir una nueva cultura y una nueva conciencia. Hoy, los sistemas educativos deberán evolucionar para formar integralmente al ser humano, con una conciencia de interdependencia, cooperación y paz global. El tránsito a una sociedad sustentable exige un nuevo paradigma educativo holista.

Para comenzar tenemos que abrir nuestros ojos, sin prejuicios, a la nueva realidad, desbloquear nuestras mentes, alejar algunos hábitos, ya anacrónicos, estar a la altura del reto histórico que se nos plantea, asumir nuestro protagonismo auténtico. Esto reforzará nuestra autoestima personal y nos hará más felices. Esas serán las claves del éxito. Es hora, pues, de decir adiós a las partes menos útiles del sistema educativo dominante en la actualidad y reconocer que “su tiempo ya ha pasado”.

Diseñar la educación es diseñar el futuro, pero no se trata de asegurar a la comunidad planetaria un futuro cualquiera. Cada gobierno que tenga un mínimo de perspicacia, seriedad y responsabilidad debe priorizar la educación y su calidad ante todos los demás asuntos. El conocimiento que impartamos o dejemos de impartir hoy y la forma como lo hagamos tiene un efecto determinante para la evolución de los pueblos. La educación siempre ha estado mirando hacia el pasado en todos los sentidos. Llegó la hora de cambiar nuestros parámetros y sin miedo empezar a mirar al futuro.

Los sistemas educativos tradicionales no pueden persistir en un mundo diferente al que existía cuando fueron diseñados; esto significaría un peligro para el futuro de la humanidad. No basta con nuevos métodos, ni cambios en los horarios, ni más escuelas;lo que se necesita es un sistema completamente nuevo que sirva para un futuro de paz solidaridad y amor. La clave no es la incorporación constante de conocimientos nuevos, sino cómo manejamos los que ya tenemos y en que forma los impartimos.

En este momento estamos viviendo un cambio de paradigma mucho más rápido y mucho más transformador que el que ocurrió hace 500 años con el Renacimiento y la aparición de la ciencia moderna. En el Paradigma Emergente, se destaca la supremacía de la información y los conocimientos, la comunicación multimediática e instantánea a través de cualquier distancia, el pensamiento multidisciplinario y multidimensional, la conciencia ecológica y el trabajo en equipo con decisiones colectivas; es un paradigma esencialmente democrático, multicultural que respeta los derechos humano y las diferencias raciales religiosas y de género.

En contraposición a éste, el viejo paradigma que todavía nos acompaña se fija en lo material y visible, en números y cantidades mensurables, en el desarrollo lineal. Funciona de manera vertical, jerárquica, reduccionista, separatista y racional, en términos de una sola causa para un solo efecto, con polarizaciones y antagonismos, por lo cual no avanzamos en el logro de una mejor educación.

El nuevo paradigma supone hacer hincapié en la formación sobre las temáticas olvidadas por los modelos actuales, el tratamiento individual del alumno (con el fin de desarrollar sus talentos específicos) y el fomento en los jóvenes del sentido de un liderazgo con capacidad, integridad, dedicación y sentido del servicio a la comunidad; es decir, educar para la vida y desde el corazón.

Este planteamiento no es fácil de lograr, sobre todo en aquellos pueblos en los que sus gobernantes anteponen los intereses particulares (económicos, políticos, religiosos, etc.), a este tipo de cambios radicales, dando preferencia a una población pasiva y fácil de manipular. A diferencia del Paradigma Científico que surgió y se impuso en base al trabajo y los logros de un grupo de científicos de diferentes disciplinas, en el Paradigma Educativo del Siglo XXI, los cambios tendrán que comenzar a crecer desde abajo y, en esa tarea, son los docentes los responsables de generar y poner en práctica este nuevo "Paradigma Educativo Emergente". Para ello, hay que abandonar la pasividad y la apatía que nos ha sido implantada por una sociedad jerárquica y materialista y asumir responsabilidad por nuestras emociones, pasiones, razones, imágenes, acciones; en fin, por la propia vida. Este es el reto que nos hemos planteado y al que queremos dar respuesta desde la Libertad, desde nuestros Sueños y para el Bien-Estar de la humanidad.


BIBLIOGRAFÍA
Capra, F. (1992) El punto crucial. Ciencia, sociedad y cultura naciente. Troquel. Buenos Aires
Carpio, M. e Istúriz, N. (1999) ¡Mira! ¡Escucha! y ¡Contacte! con la P.N.L. Edición propia. Caracas
Dreher, D. (1990) El Tao de la paz interior. Planeta 4ta. Edición. Colombia
Grandío, A. El Paradigma Emergente en la Ciencia. http://www3.uji.es/~agrandio/tesis/Te2.htm
Grillo, M. (2006)Postulados del paradigma emergente
http://www.manuelgrilo.com/rui/complexidade/il.html Traducción libre de Humberto Almeida
Martínez, M. (1997) El Paradigma Emergente. Hacia una Nueva Teoría de la Racionalidad Científica. Trillas. México
Morales, M. (2000) Equipos Autodirigidos. Teoría y acción. Memorias EVEMO, 180-192. Mérida. Venezuela
Senge, P (1993) La Quinta Disciplina. Granica. Barcelona. España
Varios autores (1987) Nueva Conciencia. Plenitud personal y equilibrio planetario para el siglo XXI. Integral. Buenos Aires
Wenz, Philip S. (2002) Connecting with Fritjof Capra. Ecotecture. The Online Journal of Ecological Design http://www.ecotecture.org

BIENVENIDA



Este es el blog del Grupo 8a de Caracas del Doctorado en Educación con énfasis en Mediación Pedagógica que se realiza en la Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC), sede Venezuela, en convenio con la Universidad de la Salle (ULASALLE) de Costa Rica.

El tema del Grupo 8 es: Características de la Educación del siglo XXI y el nombre dado al rizoma es: Pedagogía desde el corazón.

En este blog publicaremos las chifladuras de los integrantes del grupo y los trabajos rizomáticos. Esperamos sus aportes, comentarios y sugerencias para enriquecer nuestro trabajo.

Iniciamos el doctorado en febrero de 2006 y nos encantan los fundamentos, principios y valores en los que se apoya la temática y la estrategia metodológica del doctorado. Trabajamos sobre la base del Nuevo Paradigma o Paradigma Emergente.

Te invitamos a compartir tu experiencia con el resto de los grupos de doctorandos venezolanos (somos cerca de 100 cursantes) y con losa doctorandos de otros países (hay 12 países en los que se dicta el doctorado).